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04-05-2014

Una fuente de trabajo: El comercio informal en La Merced

Una fuente de trabajo: El comercio informal en La Merced

“Las transformaciones acontecidas en el mundo del trabajo en los últimos años, instituyeron un modelo laboral caracterizado por la transitoriedad y la alta rotación, en donde la condición laboral del trabajador aparece individualizada y despolitizada: son proveedores de servicios con obligaciones y no trabajadores con derechos. Esta situación los desvincula de los marcos reguladores tradicionales de las relaciones laborales y a su vez, genera un obstáculo a las posibilidades de organización alternativa como forma de modificar la situación de precariedad.” [1]


La Merced es un barrio histórico, que cuenta con aproximadamente 54 manzanas, es el mayor mercado minorista de alimentos tradicionales en toda la ciudad. Tiene su origen en dos barrios: el de Atzacoalco o Atzacuapan, al noroeste, y el de Zoquipan o Zoquiapan, al suroeste. En la actualidad La Merced no tiene límites definidos.

Se ha caracterizado por ser un importante centro de abasto de la Ciudad de México (un factor decisivo fueron las acequias, que atravesaban la zona a todo lo largo y ancho), actividad que comenzó en el siglo XVII con la fundación de La Alhóndiga de la Ciudad, y que posteriormente se desarrolló y tuvo su auge en torno al mercado de La Merced, establecido desde mediados del siglo XIX en la zona. La Merced concentra varios monumentos históricos, algunos de los cuales albergan instituciones educativas o sirven como comercios.  

Desde sus inicios ha sido el equivalente de las actividades comerciales (desde la producción, distribución y la comercialización). Era un espacio ocupado para el desembarque de los productos procedentes de Texcoco, Chalco y Xochimilco a través de la red de canales con la que contaba la ciudad.[2] A lo largo de la vía fluvial, que atravesaba el actual barrio de La Merced, había una gran cantidad de mercados, entre ellos los ahora conocidos como La Viga y Santa Anita.[3] Posteriormente, en una época casi todo el barrio estaba lleno de puestos que vendían y ofrecían una gran variedad de productos, y en la década de 1860 se decidió construir un mercado permanente en los terrenos del antiguo Convento de La Merced. También encontramos los diversos puestos que constituyen parte del inmenso tianguis, que llega hasta el Templo Mayor; una muestra de los grandes niveles de desempleo y de las alternativas como lo son el comercio informal, el trabajo precario, al igual que otras actividades como el trabajo sexual, la piratería, la recolección de basura (en la que 450 toneladas se generan al día aproximadamente), la santería y brujería, etcétera.

 

Plaza La Aguilita

 

La Merced ha pasado por diversas situaciones desde la construcción del mercado, sus nuevas reconstrucciones a causa de varios incendios, hasta la expansión de los puestos que conforman el tianguis.

 

A finales del 2013, el Gobierno del Distrito Federal dio a conocer a través de la Secretaria de Desarrollo Económico (SEDECO) el proyecto: Concurso del Anteproyecto Conceptual para el Plan Maestro de La Merced.[4] 

 

Este proyecto es prácticamente la “restructuración” de La Merced, y “reconstrucción” de la misma, el cual se justifica con base al “deterioro social” que existe en la zona. Así los arquitectos José Muñoz y Carlos Marín expresaron que su propuesta se trata de un concepto que no descuida la vocación de La Merced como centro económico con una identidad y dinámica social única.[5]

 

Este proyecto del “reordenamiento”, inició en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y ahora se pretende avanzar hacia el barrio de La Merced.

 

Los inmuebles en esta zona son de interés de empresarios como Carlos Slim (quien ya anteriormente ha “invertido” en la zona turística del Centro Histórico) y de parte del gobierno del distrito federal, buscando incrementar el valor de los edificios y de sus usos, en este caso: el comercio.[6]

 

Este plan implica, desde muchas perspectivas de las personas que coexisten en dicho barrio, un proceso de exclusión y formas de despojo de las fuentes de empleo que en este espacio se generan: vendedores, trabajadores y trabajadoras sexuales, diableros, basureros, cargadores, cajeras, viene-viene, transportistas, cocineros, etcétera. Y otro aspecto importante de este proyecto es la consulta; no se ha tomado en cuenta a los habitantes de esta zona, y la administración de Miguel Ángel Mancera (actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal) sigue avanzando en su intento de “remodelación” y “limpieza social” del “barrio mágico”.

 

 

En el centro histórico de la ciudad de México localizamos un gran número de habitantes que viven en la pobreza y la marginación. En la actualidad las principales ciudades del mundo están creciendo por la constante migración de las poblaciones rurales, al igual que el comercio informal, a causa de la escasez de oportunidades de empleo y a la carencia de infraestructuras que garanticen esa vida digna.[7] 

 

El trabajo informal tuvo un incremento en el sexenio del autonombrado presidente del empleo, Felipe Calderón Hinojosa, y algunas situaciones quedaron claras en la sociedad: el crecimiento del desempleo y el incremento de la economía informal y condiciones precarias; y como documenta el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM, con Felipe Calderón en la residencia oficial ni empleo, ni mejora para los trabajadores: 58 por ciento de los puestos de trabajo se generan en la economía informal, sin recursos de los empresarios ni del gobierno mexicano.

 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) menciona: “No podemos negar que una de las tendencias más notables en las últimas décadas ha sido el crecimiento de la inseguridad laboral. En el mundo hay una cantidad inimaginable de trabajadores que deben tolerar condiciones laborales precarias, inseguras, inciertas e imprevisibles.”

 

La ciudad de México, el barrio de La Merced es hoy muy distinto de hace una década atrás, de hace veinte o treinta años. Sin embargo seguimos observando que la segregación urbana, en los sectores populares, tiene una expresión concreta en el marco de la desigualdad tanto en la localización de los espacios como en la calidad de servicios y equipamiento dentro del área urbana.

 

[1] Portal: Revista Latinoamericana. Articulo: El trabajo precario en la era de la globalización. http://polis.revues.org/1071

[2] Articulo: La Merced. Donde se vive la magia de los mercados tradicionales. Delegación Venustiano Carranza. Consultado el 16-Abril-2014. http://www.df.gob.mx/index.php/cultura-y-turismo/627-la-merced

[3] Enríquez Fuentes, Elena. 2009. La Merced. Más de cinco siglos de comercio.

[4] Portal: Rescate Integral de La Merced. Consultado el 16-Abril-2014. http://www.rescateintegraldelamerced.mx/merced/index.php/convocatoria

[5] Portal: Más por Más. Articulo: El rescate de La Merced llega al museo. Consultado el 16-Abril-2014. http://www.maspormas.com/nacion-df/df/el-rescate-de-la-merced-al-museo

[6] Portal: Revista Rebeldía. http://revistarebeldia.org/revistas/Numero68/07basta.pdf

[7] Pérez Zamorano, Abel. (2010) Marginación urbana, el caso del oriente mexiquense. Cap.1 Población.



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