Todo ello haciendo uso de mecanismos que pretenden dar sustento a esas medidas represivas, tales como recursos legaloides, propaganda en diversos medios que a fuerza de repetir una mentira parezca verdadera, aparatos de supuesta inteligencia que espían y vigilan los pasos de los luchadores sociales, así como haciendo más severas las condiciones de estancia de los prisioneros políticos en las cárceles de máxima seguridad, condenas desorbitantes y multas impagables. Se elabora un complejo discursivo que engarzado da como resultado un dispositivo de criminalización de la protesta que todo lo registra y todo lo vigila. Ante este panorama sólo podemos responder de forma organizada, solidarizándonos con los afectados y sus familiares así como con las legítimas causas que generaron sus movimientos.
En ese sentido llamamos al pueblo mexicano a no olvidar que en nuestro país existen más de 500 presos políticos y de conciencia en las cárceles; que al número de desaparecidos de la guerra sucia se suman los nombres de Edmundo Reyes y Gabriel A. Cruz Sánchez; que los crímenes de Alexis Benhumea, Pável Glez., Javier Cortés, Juan González, Fernando Franco, Soren Avilés y Verónica Velásquez han quedado impunes al cobijo del gobierno ultraderechista mexicano, los últimos 4 en complicidad con el presidente paramilitar colombiano Álvaro Uribe. No permanezcamos inertes ante la injusticia y el dolor, salgamos a las calles a manifestarnos por la excarcelación de los compañeros, la presentación con vida de los desaparecidos y el castigo a los responsables de la masacre de Sucumbíos, este lunes 16 de junio a las 16 hrs. del Ángel a la embajada colombiana y a gobernación