Alrededor de las 4 de la tarde partió el contingente desde el Ángel de la Independencia con destino originalmente a la Secretaria de Gobernación, que posteriormente concluyo en el Zócalo capitalino. Ni el tremendo aguacero, ni el acoso policíaco pudieron detener esta movilización, llena de coraje por la reciente incursión militar a las comunidades zapatistas. A su paso por Reforma frente a la estatua de Cristóbal Colón ya decenas de policías de seguridad del centro histórico del D-F esperaban a los participantes de la marcha a quienes comenzaron a amedrentar y a intentar replegar para no dejarlos avanzar hacia su destino, además, de abrirles camino a más de un centenar de granaderos quienes con sus escudos empujaban a los manifestantes lo cual provocó momentos de tensión. Al llegar a Gobernación se leyó un pronunciamiento de solidaridad y apoyo al EZLN y se continúo el camino hacia el Zócalo capitalino en donde concluyó la movilización.