La importancia de evidenciar este edificio como centro de tortura se da porque el gobierno del distrito federal lo ha vendido y en poco tiempo sera derrumbado, más no se olvidara lo que ahí pasó, y se convertira en un lujoso hotel. En el edificio y alrededores fueron pegados carteles señalando lo que sucedió en este lugar, se repartierón volantes informativos y se proyecto un video con información, para concluir con la consigna de ¡Vivos se los llevarón, vivos los queremos!
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